En un sistema de riego, es importante poder determinar cuál es el mejor momento para regar y cuál es la cantidad de agua más adecuada en función a diferentes factores: la humedad del suelo o de las plantas, la morfología del territorio o la uniformidad en el reparto. Esto se consigue con lo que denominamos control de agua.
A día de hoy, el sistema de riego automático nos permite llevar un control más preciso y obtener un riego más eficiente. Además, nos ofrece una mayor optimización y una reducción en los costes de mantenimiento debido a posibles fallos y averías en sus componentes. Por último, este control en el sistema de riego tiene como resultado un importante ahorro de agua y energía.
A continuación, os explicamos qué es un sistema de riego automático y cómo funciona, así como algunos de sus componentes más importantes de cara al control de agua.
Sistema de riego automático
Un sistema de riego automático es aquel que provee de agua a nuestros jardínes o explotaciones agrícolas de forma programada. Su automatización se puede dar por tiempos, por volúmenes medidos, o en base a sensores o datos meteorológicos. Entre sus ventajas destacan, como ya hemos comentado:
- Mayor eficiencia y uniformidad de riego.
- Control económico del riego.
- Reducción de costes de mantenimiento.
- Ahorro de agua, energía y tiempo.
- Gestión del proceso más simple, desde cualquier lugar.
- Facilidad para ajustar frecuencias, tiempos y horarios sin necesidad de supervisión.
Sensores de lluvia para el control de agua
Un sistema de riego automático se programa para funcionar en un determinado momento. Por tanto, si justo en ese momento comienza a llover, estaríamos malgastando agua. Para evitar esto, se utiliza lo que se conoce como un sensor de lluvia para riego:
Estos sensores de lluvia se instalan de forma muy sencilla en cualquier sistema de riego automático y mide de forma automática las precipitaciones para evitar que el sistema de riego se ponga en funcionamiento mientras llueve o después.
La función principal de estos sensores es cerrar los aspersores y mantenerlos cerrados, aprovechando así el agua de la lluvia. Por tanto, se trata de componentes muy útiles para el ahorro de agua, ya que detienen el riego de forma automática cuando detectan la lluvia evitando que tengamos que pararlo manualmente.
Si necesitas más información, desde MERYVA te recomendamos echarle un vistazo al sensor Mini-Clik de Hunter, uno de los mejores y más eficientes del mercado.
Aplicaciones móviles para el control de agua
En la actualidad, la tecnología se implementa en muchas de las actividades que realizamos en nuestro día a día para hacernos la vida un poco más fácil. De hecho, gracias a ella, ahora también podemos controlar nuestro sistema de riego de forma remota y a través de nuestros dispositivos móviles.
Existen aplicaciones móviles muy potentes que se sincronizan con nuestro sistema de riego para gestionarlo desde la nube. Entre otras muchas cosas, nos permite:
- En el caso de ser contratistas, gestionar los diferentes programas de riego de nuestros clientes sin tener que visitar el sitio.
- Lograr hasta un 50 % en ahorro de agua.
- Ajustar diariamente los programas según la información meteorológica.
- Ajustar los horarios y la duración del riego.
- Agregar más usuarios a la cuenta para el control remoto del riego.
- Recibir informes (valores mínimos, máximos y promedios).
- Recibir alertas sobre fallos, problemas o averías.
El software Hydrawise de Hunter cuenta con todas las funcionalidades citadas y permite un gestión profesional del riego mediante los dispositivos móviles. Se puede usar tanto en el navegador web como con los sistemas operativos Android e iOS.
En definitiva, controlar el agua de un sistema de riego tiene múltiples ventajas, entre ellas el beneficio de un importante ahorro de agua y energía. Consecuentemente, ahorrar en las facturas, pero también cuidar nuestro medio ambiente.